domingo, 2 de marzo de 2008

Objetos reales



Manzanas y naranjas. Objetos a probar en Bodas.
Soledad Capurro (vestuario) , en una reunión de trabajo en la que hablamos de lo real y su tratamiento en Bodas, me hace leer a Hal Foster. Y cito:
Para Hal Foster, la realidad pasó de ser un resultado, un efecto de la representación a ser lo real como un asunto de trauma, partiendo del estudio de las ideas psicoanalíticas de Jacques Lacan: "La realidad nos proyecta a lo traumático, a lo abyecto, aquello que resiste a lo simbólico, que habla de un cuerpo dañado, de un individuo violado". Ha terminado el tiempo de los simulacros baudrillardianos, lo real no ha sido asesinado, sino que se le había rehuido, se ha querido escapar de su influjo, pero ya no es posible continuar haciéndolo. El agotamiento de la representación, su paroxismo en el simulacro, la reacción contra el falso mundo mediático de la sociedad de consumo, ha orillado a cierto tipo de arte a enfrentarse directamente con lo real, de golpe y frontalmente. En la lectura de Foster, paradójicamente, este regreso de lo real, como él lo llama, se presenta en forma de lo abyecto, la sombra de lo que estamos acostumbrados a mirar.
De acuerdo con Julia Kristeva, lo abyecto es lo que hacemos a un lado para constituirnos en un Yo. Es la fantasmagórica sustancia no sólo extraña al sujeto, sino íntima para con él, al grado de provocar en su proximidad pánico.

No hay comentarios: